9/6/06

El Centinela

Centinela Exu es el guardián de los templos, de las casas, de las ciudades y de las personas. Es también el que sirve de intermediario entre los hombres y los dioses. Por esa razón es que nada se hace sin él y sin que ofrendas le sean hechas, antes de cualquier otro orixá, para neutralizar sus tendencias a provocar malentendidos entre los seres humanos y en sus relaciones con los otros dioses y, hasta inclusive, de los dioses entre sí. Es Exu que supervisa las actividades del mercado del rey en cada ciudad (Esu Akesan en Oyo) y es asistente de Orunmilá, presidiendo la adivinación por el sistema de Ifá. En África, el lugar consagrado a Exu es generalmente al aire libre o en una pequeña cabaña aislada o incluso, detrás de la puerta de la casa. Es simbolizado por un tridente de hierro, plantado en un montículo de tierra y algunas veces por una imagen, también de hierro, representando al diablo blandiendo un tridente. Entre los yorubas el lugar consagrado a Exu, es constituido por una piedra porosa llamada yangi, o por un montículo de tierra groseramente modelado en forma humana, con ojos, nariz y boca señalados con buzios, o también es representado por una estatua, adornada con hileras de buzios, teniendo en sus manos pequeñas clabazas (òdó), conteniendo los polvos por él utilizados en sus trabajos. Sus cabellos son presos en una larga trenza que cae para atrás y forma en la cima, una cresta para esconder la lámina de hierro, que él tiene en lo alto del cráneo. Por eso uno de sus saludos dice: "Sonso abè kò lóri erù.", que significa "Él no tiene cabeza para cargar fardos." A Exu son ofrecidos diversos animales y comidas hechas con aceite de dendé. Más nunca se le debe ofrecer aceite blanca, porque se llenará de violencia y de cólera. Tomado del libro "Orixás" de Pierre Verger

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